La webserie nació como un formato underground a los márgenes de la ficción clásica. Ni mejor, ni necesariamente peor, solo distinta. La propia naturaleza de las producciones independientes para Internet permitía y permite una libertad enorme a la hora de jugar con los formatos, duraciones y géneros casi utópica en las series mainstream.
El control creativo sobre tu propia serie es infinito, al menos a nivel teórico. Siempre hará falta dinero para levantar un proyecto, sí, pero puedes crear y experimentar con tus ideas hasta crear algo propio. Esto puede sonar idílico y muy bonito, pero en manos poco experimentadas o creadores muy contentos de conocerse puede llevar a tostones infumables o galimatías estilísticos. Creo que no es algo necesariamente negativo, el ecosistema de Internet está especializado en asimilar y darle un público a prácticamente cualquier cosa.